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viernes, 13 de octubre de 2006

Servicio Social

Pregúnteme yo ¿a quién chingaos se le ocurrió eso del Servicio Social? Si me lo preguntan, el wey ese estaba drogado o simplemente pendejo, porque claro, no lo tenía que hacer. En todo caso, los que vamos saliendo de la escuela nos tenemos que fletar el numerito y su humilde servidor no es la excepción, ya que actualmente me encuentro haciendo mi Servicio Social en la Secretaría de Economía.

Si, lo sé, va en comtra de mis propias reglas el tener contacto con el sector gubernamental, político, religioso, deportivo y/o burócrata.

Pero seamos honestos, creo que es una buena oportunidad y la suerte no llama 2 veces a la puerta. Aunque claro, no todo es maravilloso, ya que la personita que hizo el contacto pues... simplemente no es de mi total agrado [entiéndase como me vale pito su pinche vida], pero la conveniencia e hipocresía pueden más en ésta situación, y ni modo, me la tendré que chutar, no sólo en clases, sino también en el servicio.

Como diría Polo-Polo "hágame el fabrón cabor".

Eso todo de momento, cuídense.

2 comentarios:

Debnosus dijo...

Tu no tienes la necesidad de estar agüantando eso. Pero si te hace feliz...


Piensalo, tu no eras asi, te lo digo como tu hermano

Luis Angel dijo...

Se aprende más en las 300 horas de servicio social que en muchos años de carrera, no lo desaproveches.