La fiebre futbolera

Antes de comenzar de lleno con esta entrada, quiero comentarles (porque las disculpas ya sobran) los motivos por los cuales me he mantenido ausente de mi, tan querido, blog personal. Básicamente se debe a cuestiones de trabajo, por fortuna desde hace algunos meses tuve la suerte de conseguir un trabajo muy interesante y que en un corto y mediano plazo me dará muchas satisfacciones (aún tengo pendiente un proyecto personal basado en web).

Pues bien, debido a que ahora tengo un horario fijo, de tal a tal día y de tal a tal hora, que prácticamente me la paso todo el día en el trabajo, no he tenido tiempo de escribir algo realmente significativo en Awiwi.

Bueno, después del choro mareador que les he expuesto (sin albur), vayamos al contenido de esta entrada.

Debo aclararles que nunca he sido afecto a ver partido de fútbol, por TV y mucho menos en un estadio. Pero curiosamente ahora en el trabajo, todos mis compañeros son unos “cracks” en esta onda futbolera y pues poco a poco, me han ido contagiando su gusto por el este deporte.

Y más ahora que el mundial de fútbol está a todo lo que da, el interés e ímpetu por conocer más sobre los jugadores, sus estadísticas y algunos pronósticos de los que yo creo saben mucho de estos rollos, se han hecho presentes en mi vida.

Con decirles que en el segundo juego de México, si ese donde ganó 2-0 contra Francia, me quedé afónico de tanto grital es famosísimo ¡¡¡GOOOOOOOOOOOOOOOOOL!!!

Por desgracia, nuestro equipo tricolor no tuvo el mismo acierto ni la misma “enjundia” en el partido de hoy contra Uruguay. No sé, le faltó “punch”, esa “hambre de triunfo” que desde mi muy particular punto de vista, sólo Guardado demostró esa garra durante la mayor parte del partido.

Y siguiendo con la crítica, “el Santo Cuau” hizo lo propio en las pocas jugadas que tuvo a su alcance, recordemos que ya no es un veinteañero y por ende, ya no rinde lo mismo, pero de que sabe su chamba, se la sabe de pi a pa: coloca pases casi con exactitud milimétrica, su golpe al balón es buenísimo y además, motiva al resto del equipo a seguir y armar las jugadas.

Otro que, sin quererlo realmente, que se ha ganado mi respeto como jugador es el “chicharo” Hernández, ah cómo juega re-bien este cabrón: mueve bien el balón, sube, baja y pelea todos los balones, y sobre todo, tiene juventud y ganas de sobre salir. Espero que mantenga esa humildad que ha demostrado hasta ahora y no le salga lo “estrellita fugaz” como a Rafael Márquez o a Giovanni “Dos Bembas”.

Pero no todo fue miel sobre hojuelas, ninguno de mis compañeros, ni yo mismo, pudimos entender como es que Aguirre (Director Técnico) integró al Guille Franco durante todo el partido, si sólo se la pasó “cagándola”: no daba pases, cuando tenía el balón ni tiraba ni se movía ni nada de nada. Una mala decisión estratégica que no sólo se vio reflejada en la afición, sino también entre sus mismos compañeros como Márquez que en más de una ocasión le hizo la Britney-señal.

A pesar de todos estos altibajos, el partido estuvo bueno. Creo que a todos nos hubiera gustado que México ganara o mínimo, consiguiera el empate, porque para nuestra desgracia el contendiente casi seguro de México en Octavos de Final será Argentina… y eso no es bueno si tomamos en cuenta que es uno de los favoritos para ganar el mundial y que es uno de los equipos más fuertes del torneo.

Sólo nos resta esperar que México juegue mejor y anote. Mientras eso ocurre, podemos echarles una manita con la siguiente oración:

Padre Cuauhtémoc que estás en Sudáfrica,
bien acertados sean tus pases.
Danos gusto jugando de la mano con Giovanni,
Abre cancha tanto a Torrado como a Guardado,
Vengan tus centros al Chicharo como al Venado,
Hágase tu Cuauhtemiña en el área como en el centro.
Perdona al Guille como nosotros perdonamos a Aguirre.
No te dejes caer en la provocación y
libramos del cero a cero AMEN!