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martes, 16 de mayo de 2006

Teléfonos celulares

Hola gentes:

Me llegó esto por correo y creo que les puede interesar, cabe aclarar que la infraestructura del país que se menciona es muy diferente y superior a la que tenemos en México, pero resulta grato enterarse de que las manías no sólo las tenemos de "este lado del charco".


Para conectarse a Internet los jóvenes japoneses prefieren el celular a la PC

Los diminutos y polifuncionales telefonitos se han convertido en la vedette tecnológica del país oriental. Hay equipos con dos pantallas y hasta con sonido estéreo. La Internet móvil cuenta con 70 millones de suscriptores.


La pasión que los japoneses tienen por los celulares no es comparable a la de ninguna otra persona en la tierra. En Tokio se pueden comprar teléfonos con dos pantallas, con estéreo, que ponen en marcha el auto, que envían videoclips para mostrar dónde uno está y hasta teléfonos que permiten espiar a la novia o al marido. No en vano Japón se ha ganado la fama de ser el mercado de teléfonos celulares más desarrollado del mundo. La potencia oriental lanzó hace 18 meses las redes móviles de tercera generación (3G). Los mensajes con imágenes ya están en circulación desde hace dos años y medio. Y todos los días salen nuevos servicios de noticias como informes meteorológicos, reservas de aviones y llamadas personalizadas.

En la mayoría de las estaciones de subte en Tokio se pueden usar redes celulares y la línea del tren bala Shinkansen hasta tiene antenas incorporadas en los túneles. Los teléfonos celulares están oficialmente prohibidos en la mayoría de los viajes en tren de corta distancia, pero la realidad es que muchos pasajeros se pasan la mayor parte del tiempo jugando o bajando horóscopos desde su aparatito. A pesar de todo esto, las ventas están decayendo en Japón, después de años de efervescencia. El mercado de recambio de aparatos se redujo el 3 por ciento en los últimos dos años. Y las nuevas suscripciones se mantienen estables desde hace más tiempo. No es que los japoneses estén perdiendo las ganas de tener un celular. Sucede que muchos se quedan con sus aparatos viejos.

Sin embargo, aunque la economía japonesa está pasando por una recesión prolongada, la gente sigue ingeniándoselas para ganar dinero con los celulares. Mientras Europa continúa luchando para sacarle algún rédito económico a la Internet móvil, el mercado japonés ya creó alrededor de 70 millones de suscriptores a este tipo de servicios. Por lejos, el uso más popular es el e-mail: Japón tiene el servicio de mensajes cortos que es muy popular en Europa, pero casi nadie lo usa. Los japoneses, en cambio, utilizan sus celulares para enviar e-mails, ya que esto permite que sus mensajes lleguen a la red más amplia de computadoras personales.

Gran parte de esta revolución en las comunicaciones inalámbricas se debe a una compañía. En 1999, DoCoMo de NTT lanzó su servicio i-Mode, una Internet móvil revolucionaria a la que está suscripta más de la cuarta parte de la población. Pero hace dos años y medio, ni siquiera DoCoMo pudo ver el potencial de los mensajes con imágenes. Esa invención quedó en manos de J-Phone, un operador de redes mucho más pequeño que hoy es propiedad de Vodaphone. Tuvieron que pasar más de dos años para que el servicio despegara en Japón. Recién en los últimos seis meses los mensajes con imagen alcanzaron una masa crítica. Y DoCoMo de NTT lanzó su propio servicio recién el año pasado. Los teléfonos con video debutaron en Japón hace casi dos años, cuando DoCoMo lanzó su servicio 3G, pero los primeros modelos tenían un problema: la batería no duraba mucho. El sistema también resultaba costoso y tenía muchos problemas por las deficiencias de la red.

Todo eso está mejorando. Tanto NEC como Panasonic acaban de lanzar mejores aparatos con una mayor vida útil de la batería. "Creo que van a pasar más de cinco años hasta que desarrollemos un aparato que permita cuatro horas consecutivas de uso", admite Ben Makamura, vicepresidente de NEC, el principal fabricante de Japón. Sin embargo no todos esperaron que el sistema 3G despegara. J-Phone, el tercer operador del país, tiene 2,3 millones de suscriptores de un servicio de mensajes con video básico que le permite a los usuarios enviar un videoclip de 10 segundos como un attachment en el e-mail.

Index, uno de los principales proveedores de contenidos de Japón, tiene 6 millones de suscriptores y sus ganancias se fueron a las nubes en los últimos años. Los suscriptores pagan el equivalente a aproximadamente 3 dólares por mes para un uso ilimitado de contenido, aunque los usuarios siguen pagando un "paquete" a un operador de redes para bajar los datos. "El año pasado creamos nuestro primer negocio online. Todos los días vendemos 200 frascos de perfume, cada uno a unos 30 dólares", dice Katsuhisa Oda, gerente general de Index. "Todos oyeron hablar de las grandes marcas, pero aproximadamente la mitad de nuestros suscriptores viven lejos de las grandes ciudades. Al 90 por ciento le gusta utilizar el servicio de delivery contra efectivo: la mayoría tiene menos de 20 años y no usan tarjeta de crédito".

Además, Index acaba de lanzar un robot que se puede controlar a través del celular. El mismo sistema permite poner en marcha el automóvil, abrir la puerta del garaje y comprar bebidas en las expendedoras automáticas. Pero el éxito de los servicios de Internet por celular en Japón está teniendo un efecto colateral inesperado. Está matando a la Internet convencional. Si bien a los usuarios en las empresas todavía les gusta usar la PC para enviar e-mails, la generación más joven abandona las computadoras personales para pasarse al teléfono celular. Los intercambios de correo electrónico entre alumnos de escuela secundaria se realizan, casi exclusivamente, a través del celular. Algunas escuelas, incluso, avisan a sus alumnos si falta un profesor o se cancela alguna clase por celular.

La explicación puede estar en el precio y en las dificultades de aprendizaje de uno y otro sistema. Como dijo Tim Clark, de la Universidad de Southern California, "es sorprendente la cantidad de chicos que egresan de la escuela secundaria en Japón sin saber cómo usar una PC, y mucho menos Internet. Por menos de 100 dólares y unos pocos minutos de papelería, un estudiante puede llevarse a su casa un celular y una dirección de mail. Para comprar una computadora personal, se necesitan 500 dólares o más y hacer lugar para la máquina en un espacio limitado en la casa". Muchos dicen que, si el mercado continúa creciendo a este ritmo, pronto eclipsará a toda la industria musical de Japón.


Saludos.

1 comentario:

Kraken Uramen dijo...

Sinceramente, me parece sorprendente que los nipones no sepan usar una PC al egresar de la secu. Yo pensaba que de nacimiento ya tenían título de programador en C++. Jejeje